Así pues partimos hacia la cumbre con la incertidumbre de saber si podríamos cruzar hacia el barranco del Alhorí pues su peligrosa pendiente y sus umbrías hacían presagiar que encontraríamos, como así fue, zonas de hielo lo que hizo cambiar el plan que teníamos y para evitar riesgos innecesarios cambiar el Picón por la Piedra de los Ladrones, donde íbamos a pasar después de coronar el Picón, así que decidimos coger la loma y ascender por el Ventisquero del Carbón, esto iba a ser mas duro pero menos peligroso.
El Cerro Pelao quedaba cerca pero mejor en otra ocasión, después de comer la verdad que no apetecía subir lomas, así que cogimos la Cañada Real de Trevelez y de vuelta, en un descenso que se hizo cortísimo y que perfectamente podíamos haberlo hecho con esquis. Podéis ver las fotos en el álbum.