miércoles, 22 de julio de 2009

Hoya de la Mora - Mulhacen 18,19/07/09

Nuevo reto superado por Los Tios de la Bota, el colectivo extremo del club de senderismo Los Puntones, esta vez nos llevo a coronar el techo de la península, el Mulhacen a 3479 m. o 3482 m. como dicen en algunos mapas, un fin de semana inolvidable en el que echamos de menos a algunos que espero ver por aquí el año que viene, y por supuesto a La Mariana, aunque en su lugar vino El Mariano.
Después de salir de Abla a las 6:00 de la mañana, la ruta partió desde la Hoya de la Mora, en la zona de los albergues (podéis ver el vídeo en el margen izquierdo del blog), en dirección a Las Posiciones del Veleta por el sendero que cruza la pista y haciendo la pertinente visita a la Virgen de las Nieves, trayecto que muchos hacen en micro bus desde Granada o desde los albergues.

Una vez arriba, en las Posiciones del Veleta, disfrutamos de las inmejorables vistas del Corral del Veleta así como de las caras norte del Veleta y mas a lo lejos del Mulhacen y Alcazaba, nos disponemos ahora a tomar la pista que sube hasta el refugio de la Carihuela desde donde salen varios senderos entre ellos uno que sube al Veleta y otro que nos conduce
por una antigua pista, cerrada ya al paso de
vehículos, hacia nuestro destino. Aprovechamos algunos saltos de agua provocados por el deshielo, para cargarnos de agua y seguir nuestro camino.
Toca ahora descender un poco hasta la pista y ya todo el recorrido hasta los Crestones de Río Seco se hacen con muy poco desnivel y para ahorrar tiempo decidimos coger un atajo que por un sendero que nos llevara al Paso de los Guias y nos deja debajo del Cerro de los Machos donde volvemos a coger la pista.
Caminamos por una pista fácil y con desnivel nulo muy cómoda, a nuestra derecha vamos divisando gran cantidad de lagunas y algunos neveros que mas adelante cruzaremos hasta llegar a los Crestones de Río Seco dejando a la derecha los Raspones y la Laguna de Río un paisaje expectacular.

Momento otra vez de abandonar la pista para coger un atajo y subir a la Loma Pelá desde donde ya divisamos la Laguna de la Caldera donde pernoctaremos, así como la cara sur del Puntal de la Caldera y la cara este y norte del Mulhacen que ya divisamos en gran parte del recorrido.
El descenso a la Laguna de la Caldera parece peligroso así que tomaremos precauciones, luego no es tanto como parece, eso si las vistas en todo momento son expectaculares.
Como íbamos predispuestos a pernoctar al raso no fue una sorpresa para nosotros ver que el Refugio de la Cadera estaba lleno, demasiado pronto para estarlo, pero bueno es lo que hay.

Ahora tocaba comer algo y reponer fuerzas para afrontar la ascensión al Mulhacen a la tarde, y nada mejor que una siesta a la orilla de la laguna.

Decidimos que a las 17:00 era la hora perfecta para iniciar el ascenso, nos quedaba una hora larga de subida y para empezar nada mejor que subir al Collado del Ciervo, como recomendó Cesar, y alucinar con las vistas del Circo del Mulhacen, que antaño fue un glaciar, la Laguna de la Mosca y las caras norte del Mulhacen y Alcazaba.
Ya solo quedan 300 metros de desnivel, así que, a seguir con la ascensión, se hace un poco duro, pues estamos subiendo una loma por un sendero que resulta aburrido pero basta con mirar hacia atrás y alucinar con las vistas del Circo de la Caldera. Unos metros
mas y llegamos a la cima del Mulhacen, hemos tardado una hora y la sensacion de que estamos en el pico mas alto de la península ibérica es indescriptible. Aprovechamos para descasar, regodearnos con las vistas y hacernos las fotos de rigor antes del descenso, que como todos resulta ser un coñazo.
De vuelta en el "campo base" toca relajarse y empezar a abrigarse pues el sol no tardara mucho en ponerse y la temperatura empieza a bajar lo que hace presagiar una noche "fresca", fresca de mas resulto ser, y para contrarrestar los agentes meteorológicos adversos nada mejor que un buen caldo caliente y unos tortellini a la piamontesa, todo ello regado con el dulce brebaje que contenía El Mariano.
A alguno se nos hizo la noche larga y fría, el termómetro bajo de los 0ºc. aun así mereció la pena dormir bajo un cielo estrellado y sobre un suelo de estrellas (de las nieves).
Bueno ya estoy hasta la polla de escribir, la vuelta fue por el mismo camino y resulto que disfrutamos las mismas vistas desde otra perspectiva que a la ida, así que no hay nada que reseñar de la vuelta, solo que esto es una experiencia para repetirla no solo por el entorno sino por los amigos que te acompañan, espero que la próxima vez no falte alguno que se echo de menos así como los que estuvieron. Podeis ver las fotos Aqui.

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